La gran realidad de lo que vemos en el mercado ecuatoriano es que la mayoría de los proveedores, asesores y empresas consultoras de tecnología, se han centrado demasiado en la venta del concepto digital y no se han enfocado en la verdadera transformación: la que comienza y termina en el negocio. Desde la implementación de un ERP hasta la venta de un equipo de redes, todo está etiquetado bajo el concepto de transformación digital. Cabe en este punto hacer la pregunta seria: ¿Se está entendiendo que lo que realmente se transforma es el negocio? y, por lo tanto, se comprende lo que es importante en las organizaciones, sus fortalezas inherentes, su ADN cultural, sobre las grandes oportunidades e inclusive, se comprende con sentido crítico los claros reparos que con justa razón se han levantado por parte del sector empresarial frente a los grandes conceptos de tecnología que prometen un futuro brillante y que en muchos casos terminan en fracasos. Ya es hora de que pongamos fin para siempre a los enfoques sin sustancia y las formas obsoletas de lo que hoy conocemos como transformación digital.
Durante mucho tiempo y con un crecimiento exponencial observado en los últimos 10 años, las organizaciones y los equipos de proyectos han cometido los mismos errores y han caído en las mismas trampas. Sumemos el hecho de que las consultoras y los proveedores de tecnología (especialmente ERPs) complican las cosas aún más, al sumergir a las organizaciones en una suerte de urgencia constante respecto al cambio tecnológico a partir de la promesa de brillantes nuevas versiones de los sistemas que, en teoría, dibujan un futuro mejor.
Por otro lado, los asesores y analistas de la industria completan el círculo de errores repetidos emitiendo informes para favorecer intereses particulares y/o los intereses de las grandes marcas del mercado. Ejemplo de esto son los famosos cuadrantes mágicos de casi todo lo imaginable en el mundo de IT.El problema de este modus operandi es que la tecnología no es responsable de salvarlo o del fracaso de una transformación como tal. Tomando como ejemplo las historias de sonados fracasos de proyectos de implementación de ERPs en Ecuador, los problemas suelen están relacionados con las personas y los procesos como grandes desafíos de la transformación empresarial. La tecnología no es fácil de implementar, pero casi siempre es mucho más sencilla que el abordaje de los aspectos humanos-conductuales, de la lucha de intereses y de la forma de trabajar usual que termina ofreciendo una actitud egoísta frente al cambio, saboteándolo con complejidades difíciles de afrontar. "Es que el negocio es así, es que así se necesita"Felizmente podemos identificar los puntos clave para movernos hacia la conversación correcta sobre la “transformación empresarial”, la misma que sin duda va más allá que una iniciativa tecnológica. Basado en mi experiencia, vamos a revisar los criterios que considero son clave para establecer el norte correcto.
Uno de los mayores problemas durante las llamadas iniciativas de transformación digital es la falta de enfoque en la gestión de procesos de negocio. Aun con todo el récord de fracasos y referencias existentes en el mercado, me sorprende lo indiferentes que pueden ser los equipos de proyectos cuando se trata de este factor crítico de éxito. Las organizaciones tienden a escoger mal el momento en que la gestión de procesos de negocio debe ocurrir durante la transformación digital, o peor aún, lo consideran parte del plan de trabajo y de inmediato lo convierten en un riesgo de la cadena critica.Aquí les comparto algunas razones del porque considero que la gestión de procesos debe comenzar ANTES de su proceso de transformación:
Para hacerle corto el cuento: Tenga en cuenta que sean sus procesos comerciales los que impulsen su tecnología en lugar de que la tecnología impulse su negocio. La excepción a esto podrían ser los procesos de backoffice, como las cuentas por pagar, pero en general recuerde siempre: sus procesos deben definirse por adelantado.
La gestión del cambio es otro tema que ha contribuido a la creación de este espejismo llamado transformación "digital". Si bien las empresas pasan mucho tiempo lidiando con las complejidades de la tecnología y tomando decisiones sobre sus procesos, eligen o simplemente se olvidan de trabajar el componente de la cultura y las personas.Esto que acabo de mencionar es un gravísimo error.En lugar de ser la última cosa en la que pensamos (como la temática del ambiente de control interno), las organizaciones estarían más protegidas si invirtieran fuertemente en su estrategia y plan de gestión del cambio organizacional. De hecho, todavía no he conocido una organización en Ecuador que pensara que había invertido demasiado en la gestión del cambio organizacional después de haber culminado iniciativas de este tipo.
Poner más esfuerzo en gestión de cambio potencialmente ofrece el mayor retorno de la inversión de cualquier actividad de transformación en la que pueda centrarse.
Los ejecutivos y las partes interesadas desalineadas son un asesino inteligente y silencioso de las transformaciones. Las empresas y los equipos que no están en la misma página fracasarán en sus transformaciones, sin importar cuán grande sea la tecnología y los recursos asignados.El problema aquí es doble:1) no se puede ver, tocar o sentir la desalineación, y,2) los proveedores de software y los consultores de sistemas no son buenos para identificar, medir y remediar la alineación.Este problema se magnifica aún más por el hecho de que muchos problemas posteriores, incluidos varios mencionados en este artículo, se relacionan justamente con la desalineación interna. Desafortunadamente, no muchas organizaciones o equipos de proyectos entienden cómo obtener la alineación ejecutiva en las transformaciones digitales.
Podría decirse que la tecnología es la parte menos importante de la transformación digital, sin embargo, generalmente recibe la mayor parte de la atención, los recursos y el presupuesto. Todos los principales proveedores de software ERP, consultoras y analistas de la industria promocionan la importancia de la tecnología, lo que alimenta desafortunadamente aún más este concepto totalmente erróneo.Esta es otra razón por la que ya es hora de que reconozcamos que la transformación digital es un espejismo bien logrado.La tecnología debe ser tratada como un facilitador en lugar de un impulsor o agente de cambio por sí misma. Es comprensible que usted necesite ser guiado por los gurús de la analítica, del internet de las cosas, de la inteligencia artificial en el ejercicio de búsqueda de respuestas generalmente dibujadas de forma muy sofisticada por la industria y las consultoras. Solo recuerde que estas cosas realmente son secundarias alrededor de lo importante: su negocio.
Lo que importa es conseguir que su gente, procesos, estrategia y alineación sean correctos. Si usted hace estas cosas bien, tendrá una base muy sólida para comenzar. Pero si quiere comer más de lo que puede digerir, complicando demasiado su panorama tecnológico, su proyecto de transformación estará 100% acabado.
La mejor manera de navegar por su transformación empresarial-digital es que usted proactivamente genere su estrategia de negocio/tecnología solida con una respectiva hoja de ruta que permita explicar porque y como hacer el trabajo en el tiempo. Mi sincera recomendación es que su estrategia digital debe centrarse menos en lo "digital" y más en las personas, los procesos, la estrategia y la alineación.
Articulo preparado por: Luis Omar PalomequeLider de Consultoría | T2 Company | omar@t2-company.com